Rompen lanzas Ejecutivo y Judicial en acto plagado de simbolismos

En un acto plagado de simbolismos, en el 106 aniversario de la Constitución, Presidencia de la República alejó dos lugares del presídium a los Poderes Judicial y Legislativo, para colocar más cerca de López Obrador a los secretarios de la Defensa y Marina, con lo que se rompió el protocolo tradicional.

Norma Piña, presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), permaneció sentada al arribo del Primer Mandatario y más tarde enderezó un discurso lleno puntualizaciones y advertencias, de cara a la controversia constitucional del Plan B que busca empequeñecer al Instituto Nacional Electoral.

Ante las injusticias que generan inconformidad, descontento, enojo y violencia, la única solución es el fortalecimiento institucional”, sentenció la ministra, ante el gesto áspero de López Obrador, que miraba hacia lo alto del Teatro de la República, sede del Constituyente de 1917, en la ciudad de Querétaro.

La independencia judicial no es un privilegio de los jueces, es el principio que garantiza una adecuada impartición de justicia para hacer efectiva las libertades y la igualdad de las y los mexicanos. La independencia judicial es la principal garantía de imparcialidad”, le dijo.

Es sano y necesario ponderar la actividad de los jueces” y que “nuestro actuar debe estar apegado al derecho para evitar arbitrariedades y para, de cara a la sociedad, rendir cuentas en el ejercicio de nuestra función”, enfatizó en un inesperado reclamo al Ejecutivo federal.

López Obrador insistió por su parte en que, durante el periodo neoliberal, “todo, absolutamente todo, se orientó a favorecer los intereses de una minoría nacional y extranjera. Frente a este vergonzoso retroceso, podemos sostener con orgullo que millones de mexicanos hemos logrado reformas con distintivo de honestidad y humanismo”.

Durante ese periodo, dijo, se aprobaron modificaciones antipopulares y entreguistas para poder vender bancos, minas, ejidos, empresas, conceder contratos petroleros, energía eléctrica, telecomunicaciones, se privatizaron los cerros, calles, puertos y aeropuertos.

Se condonaban impuestos, se restringió la educación pública, se entregó a particulares el régimen de pensiones, se convirtieron deudas privada en públicas. Incluso, se eliminó que la corrupción fuera delito grave.

Dijo que durante su gobierno se han impulsado reformas como la ley de austeridad republicana, porque la austeridad no es un asunto de administración sino de principios”. No puede haber gobierno rico con pueblo pobre”.

Se promulgó la ley de extinción de dominio para devolverle al pueblo lo robado, se aprobó la reforma para prohibir devolución de impuestos, esto nos ha significado 200 mil millones de pesos al año.

“La Constitución vive en la transformación del México justo, igualitario, fraterno”. Por ello, conminó a los presentes a “seguir luchando por los ideales de la Constitución. No dejar de insistir en abolir por la vía legal y democrática reformas contrarias al interés publica impuesto durante el periodo neoliberal”.

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